Muy a menudo la gente me llama escritora, por el simple hecho de escribir poesía y de mi propia vida… Me falta mucho para ello, apenas estoy gateando, me falta mucho para caminar y mas para poder correr…
Pero hoy no les vengo a escribir a cerca del amor, sino a como todo lo que hoy me esta matando comenzó.
La cuestión es que no se cuando Ana y Mía entraron a mi vida, en realidad no sabia que existía; pero un día navegando en Internet me llamo la curiosidad una pagina que decía “¿Quieres ser una princesa?” Vaya como se puede serlo me dije a mi misma y entonces le di clic sin saber que era el comienzo de una agonía que mata cada día un poco mas… En esa pagina me encontré con una series de imágenes, recetas para bajar de peso, historias de chicas que habían logrado bajar 10 kilos en tres días, todas ellas solo buscando ser perfectas y bellas como unas princesas.
Me creí ese estúpido cuento y fue ahí donde decidí dar el primer paso, dejar de comer al principio fue difícil mi cuerpo estaba acostumbrado a sus 3 comidas diarias y a los antojos que podría tener; era una lucha diaria entre la comida contra mi cuerpo y razón. El agua era mi compañera en todo momento, pero no cualquier agua, tenia que ser baja en sodio; el deseo de comer era tanto que en ocasiones claudicaba, me daba mis atracones de comida en las noches, era donde mi familia no me podía ver, pero al poco rato de atracarme sentía culpa, me sentía mal con el inmerso deseo de nunca haberlo hecho, las princesas tenían que ser perfectas, no podía dejar de serlo, la única solución era vomitar al comienzo fue algo desconocido para mi, no sabia como hacerlo, entonces me conectaba al blog de Ana y Mía y ahí me aconsejaban como, ellas me entendían, sabían lo que estaba pasando, me motivaban a seguir adelante…
Porque la comida es como el arte existe solo para mirarla, era la frase que venia a mi mente cada vez que tenía deseo de comer. En si todo esto fue al principio llevo viviendo con Ana y mía ya 5 años he perdido la cuenta, he intento todo para no recaer, pero es inútil, es inútil no ver a esas modelos que soy perfectas, es ilógico no ver a esas artistas tan ellas tan seguras de si misma, lo tienen todo.. Pero también es inútil dejar de ver ese comercial que me ínsita comer, hay una lucha entre mi cuerpo y la razón. Cada vez que me miro al espejo me siento y me veo gorda, fea, sin chiste alguno. Antes era talla 9 y de ahí pase a la 7, ahora soy 5. Por largos días dejo de comer, o intento hacerlo, pero en la secundaria la gente tiende a comer, la gente me preguntar si desayunare; mama me compra comida para llevar a la secundaria si la llevo, pero le miento, porque lo único que hago con ella es tirarla, el saber que esta en mi mochila me permite no comprar en la cooperativa, me da paso a que no consuma. Y al final del día me encuentro con un bote de basura y la tiro… Le miento a mama cuando llego tarde a casa, con la excusa de que ya comí, que estoy llena cuando eso no es cierto, me estoy muriendo por probar esas delicias que hace, pero no puedo, no debo. La gente critica, la gente murmulla, la gente simplemente habla de mí sin conocer...
Hoy llevo 3 días con tan solo desayunar, solo porque me observan, y lo hice pero al terminar intente encerrarme en el baño y no me dejaron sacar lo que me hace daño…
Es por ese motivo que me puse a escribir, mis padres dicen que me estoy matando, soy talla 5 ¿Cómo fue? No lo se, pero no me siento bien, el espejo no miente o eso creo creer…
Nadie me entiendo solo ellas, Mis amigas Ana y mía... He buscado ayuda pero de nada sirve, las personas no me entiende, dicen que lo estoy viviendo es una enfermedad, que sacrificio todo por lo nada, que nunca llegare a ser perfecta que me deje de esos estúpido cuentos de hadas que no existen…
Acabo de salirme del departamento, estábamos almorzando en familia, no es habitual pero es domingo. Mamá hizo pasta y compro pizza, ¿Saben cuantas calorías tiene eso? Vaya muchas y les he dicho que no pretenderé comer eso, por el simple hecho de que estoy a dieta. Ellos lo tomaron demasiado mal, más mi papá que me ha dicho que estoy loca, que las dietas solo son para las personas gordas. ¡Es acaso que el no mira que lo estoy! Que en definitiva necesito bajar unos diez kilos más. ¡Os he dicho que no! Que no comeré. Papá me os puso la comida casi en la boca pero no o hice y fue ahí donde la gota derramo el vaso. Papá no se tentó en corazón y me abofeteo y Salí corriendo a mi lugar favorito el último piso del edificio. Y es entonces donde les escribo desde la azotea de mi edificio, sentada a la orilla de este precipicio, y ya puedo.
Ya no deseo sentirme así, ya no pretendo luchar.
Muy a menudo la gente me llama escritora, por el simple hecho de escribir poesía y de mi propia vida… Me falta mucho para ello, apenas estoy gateando, me falta mucho para caminar y mas para poder correr, pero esto pasara, porque he tomado la decisión de aventarme de este edificio, de ya no sentir dolor, de que terminar con las discusiones que mis padres tienen por las madrugas por mi culpa.
“Ser Princesa Nunca Se Dijo Que Fuera Fácil, Un Mundo Donde Es Fácil Entrar Pero La Única Salida Es La Muerte”
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